Puertas Resistentes al Fuego PUERTAS CONTRA FUEGO

Puertas Resistentes al Fuego

¿Por qué se necesitan/solicitan puertas resistentes al fuego?
Las puertas resistentes al fuego se requieren en los reglamentos (Ley de Higiene y Seguridad en el Trabajo, Códigos de Edificación) como parte de la compartimentación necesaria en las edificaciones e efectos de conformar
diferentes sectores de incendios. Esta sectorización es lo que permite limitar o confinar el posible incendio al recinto de origen.
En el país, la construcción tradicional de hormigón y mampostería tiene, en líneas generales, y si está construido de acuerdo a las reglas del arte, un nivel mínimo de resistencia al fuego (que puede mejorarse). Pero el punto
claramente débil en cuanto la compartimentación se va a producir en los cerramientos, que deben ser especialmente diseñados para resultar resistentes al fuego.

¿Qué es un elemento resistente al fuego?
Cuando hablamos de un elemento constructivo resistente al fuego, nos referimos a un elemento constructivo que es capaz de seguir cumpliendo la función para la cual fue diseñado/pensado en la obra, aún en situación de
incendio durante un tiempo determinado. Hay elementos constructivos que cumplen una función portante (por ej. columnas, vigas), otros una función de sectorización (por ej. tabiques, puertas) y otros que cumplen ambas funciones (por ej. muro portante, losa) Los elementos que cumplen una función portante o de transmisión de una
carga, serán resistentes al fuego si son capaces de seguir soportando/transmitiendo esa carga aún en condiciones de incendio dadas. Los elementos de sectorización serán resistentes al fuego si siguen cumpliendo la función de separar o sectorizar los 2 ambientes aún en caso de que se desarrolle un incendio en uno de estos recintos. La idea es que el elemento resistente al fuego sea capaz de retener el incendio en el compartimento en que se originó evitando la propagación del incendio al ambiente contiguo.
Los elementos que cumplen las funciones de sectorización y de soporte de carga serán resistentes al fuego en la medida que sean capaces de seguir soportando la carga de diseño y además seguir sectorizando los ambientes
(evitando la propagación del incendio de un ambiente al otro) en las condiciones de incendio dadas.
Los elementos resistentes al fuego se denominan como “FR TT” donde TT representa el tiempo en minutos durante el cual el elemento cumple las propiedades que definen la resistencia al fuego en condiciones simuladas de
incendio.
Por ej. una puerta se dice FR60 si es capaz de retener el incendio simulado (normalizado) en la habitación de origen, evitando la propagación a la habitación contigua.
Las condiciones de incendio a las que se pueda exponer la puerta son infinitas, ya que están determinadas entre otras cosas por: la carga de fuego combustible en la habitación, la ubicación y el estado de agregación de los combustibles, las condiciones de ventilación del local, la geometría del mismo, etc.)
A los efectos de caracterizar y comparar los elementos constructivos, se toma, para la evaluación en el laboratorio una curva normalizada (generalizada a nivel mundial) representativa de un posible incendio real, que indica el
crecimiento de la temperatura del recinto en función del tiempo.
El elemento constructivo se somete entonces a estas condiciones de incendio, intentando siempre realizar la evaluación a escala real (tamaño real que el elemento tendrá en la obra) y tratando de representar las mismas condiciones de sujeción y de carga que tendrá el elemento en la situación real. Es decir, en la evaluación de laboratorio se intentará reproducir lo más fielmente posible la condición en la que el elemento constructivo (puerta en este caso) será encontrado en la obra.

La función que describe la curva es: T = To + 345 log (8t +1)

Esta curva, no pretende representar el desarrollo de un incendio desde su estadío inicial (cuando se genera un foco de fuego). La curva representa el escenario de fuego que se corresponde con el incendio generalizado en un recinto (post flashover). Por eso, el crecimiento de la temperatura del recinto es tan rápido.

Desde este estadío y en adelante, ya no es posible la vida humana en el recinto. Para el caso de evaluación de una puerta, lo que se va a pretender es que sea capaz de retener el incendio en el interior del recinto incendiado evitando la propagación al recinto contiguo. Pero en ningún caso interesará que la puerta tenga algún nivel de funcionalidad posterior (que se pueda abrir por ej.) Para poder realizar esta simulación de un incendio real se necesita un equipamiento complejo, un gran horno de simulación. La puerta a evaluar se monta en un muro auxiliar (usualmente de mampostería) reproduciendo las condiciones de montaje, sujeción y de carga que tendría en la obra real. Este montaje se realiza en el laboratorio sobre un marco metálico portaprobeta. El conjunto obra auxiliar-puerta se deja estabilizar unos días (10 días generalmente). Después de esos días, el fabricante procede a realizar los ajustes de la puerta para dejarla en condiciones de funcionamiento como lo haría en la obra, y se puede proceder después a la realización del ensayo. Para eso el conjunto marco-muro- puerta se ubica en la boca del horno, conformando el recinto de incendio. De manera que una cara de la puerta quedará expuesta al fuego y la otra cara quedará al ambiente del laboratorio. Sobre esta cara se realizarán todas las evaluaciones referidas a los parámetros que definen la resistencia al fuego.

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